En esta nueva entrada queremos compartir una propuesta educativa tan ingeniosa como entretenida: una colección de historias basadas en cuentos tradicionales… pero contadas de forma incorrecta a propósito. Sí, así como lo lees. En estas versiones “mal contadas”, algunos datos han sido modificados: personajes que no deberían estar ahí, objetos que cambian de lugar, finales inesperados o elementos que simplemente no coinciden con la historia clásica que todos conocemos.
Esta colección tiene un propósito clave: invitar a los alumnos a leer con atención, comparar información y activar su pensamiento crítico. A través del juego y la curiosidad, se enfrentan a relatos que desafían sus conocimientos previos, lo que convierte la lectura en una experiencia mucho más activa y divertida.
Una de las actividades principales consiste en encontrar las diferencias entre la historia original y la versión alterada, lo que fortalece habilidades de observación, comprensión lectora y memoria. Otra actividad muy enriquecedora es proponer una nueva lectura corregida, donde el alumno reescribe la historia respetando la versión clásica o mezclando elementos nuevos, desarrollando su creatividad y su capacidad para organizar ideas.
Pero eso no es todo. Estas historias “mal contadas” permiten realizar muchas otras actividades, como:
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Inventar una versión aún más disparatada para trabajar la imaginación y el sentido del humor.
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Crear ilustraciones que representen las diferencias entre ambas versiones.
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Realizar debates en clase sobre qué cambios afectan más la trama y por qué.
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Construir mapas de personajes o líneas de tiempo que ayuden a identificar incoherencias.
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Trabajar en grupos para reconstruir la historia ordenando fragmentos mezclados.








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