Enseñar a los niños a reconocer y gestionar sus emociones es tan importante como enseñarles a leer o sumar. Cuando los alumnos aprenden a identificar lo que sienten y descubren formas de calmarse, desarrollan habilidades esenciales para la convivencia, la empatía y el bienestar. Y si lo hacemos a través del juego y la imaginación, el aprendizaje se vuelve aún más profundo y memorable.
Hoy te compartimos una actividad especial, tan creativa como emocional: “La Pócima Mágica de las Emociones”. Se trata de una propuesta para que los alumnos inventen su propia pócima secreta que los ayude a calmarse cuando sienten tristeza, enfado, miedo o nervios.
La clase se transforma en un pequeño laboratorio de emociones. Cada alumno imagina que tiene un caldero mágico, donde va a preparar una pócima muy especial.
En lugar de usar ingredientes reales, deberán inventar los ingredientes mágicos que representan las acciones que les ayudan a sentirse mejor cuando una emoción se vuelve demasiado intensa.




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