Halloween llega al aula y con él, una forma mágica de aprender leyendo y coloreando. La siguiente actividad combina la comprensión lectora con la creatividad artística, permitiendo que los alumnos aprendan mientras disfrutan de una propuesta lúdica y visual.

Cada alumno recibe una ficha con los personajes más conocidos de Halloween: una bruja, un vampiro, un zombi… Debajo de cada dibujo aparece una lista de frases cortas y sencillas que los niños deben leer con atención para saber cómo colorear cada parte del personaje.

El reto consiste en leer correctamente las instrucciones y aplicar el color indicado en cada parte del dibujo.
De esta forma, los alumnos practican la comprensión lectora literal y el seguimiento de instrucciones, al mismo tiempo que se divierten y desarrollan su motricidad fina.

Este tipo de propuestas integran lectura y acción, lo que convierte la comprensión lectora en una experiencia activa y significativa.
Los niños leen con un propósito concreto (colorear correctamente), lo que les motiva y les ayuda a entender que la lectura sirve para algo más que descifrar palabras.
Además, al combinar el componente artístico con el trabajo del lenguaje, se estimulan diferentes áreas del aprendizaje: la atención, la memoria, la coordinación ojo-mano y la expresión creativa.