Queridos compañeros; en el aula, no solo enseñamos contenidos académicos: también acompañamos a nuestros alumnos en el descubrimiento de quiénes son, de lo que valen y de todo lo que pueden llegar a ser.
La siguiente dinámica es una propuesta sencilla y significativa para trabajar la autoimagen positiva y el autoconocimiento a través de un elemento tan simbólico como el espejo.
Cada alumno recibe una ficha con una imagen de un espejo y una frase incompleta que invita a reflexionar sobre sus cualidades y fortalezas. El alumnado completa la frase con algo positivo sobre sí mismo, reforzando su capacidad de reconocer y expresar sus aspectos más valiosos. Al finalizar, se puede compartir alguna reflexión en grupo, creando un clima de respeto, empatía y autoestima compartida.
Trabajar la autoestima en el aula, tanto en Educación Primaria como en Secundaria, es fundamental para el desarrollo integral del alumnado. En las primeras etapas, ayuda a los niños a reconocer sus fortalezas, a confiar en sus capacidades y a construir una imagen positiva de sí mismos, aspecto esencial para aprender con seguridad y entusiasmo. En la adolescencia, esta labor cobra aún más relevancia, ya que los jóvenes atraviesan un periodo de búsqueda de identidad y comparación social; por ello, ofrecer espacios donde puedan reflexionar sobre quiénes son, valorarse y expresarse sin miedo al juicio, favorece su bienestar emocional, mejora la convivencia y refuerza su motivación hacia el aprendizaje. La escuela no solo educa la mente, también debe cuidar el corazón.
Comparto además la plantilla en blanco de la dinámica, para que cada docente pueda adaptarla a las necesidades y características de su grupo. Se puede modificar el lenguaje de las frases, ajustar la dificultad o incorporar nuevas propuestas según la edad y madurez del alumnado. La intención es que cada aula haga suyo este recurso, convirtiéndolo en un momento especial para mirarse, reconocerse y fortalecer la autoestima desde la creatividad y la emoción.
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