Os propongo a continuación, una actividad súper divertida para trabajar la comprensión lectora; para ello tomaremos algunos de los cuentos tradicionales más conocidos, como la Caperucita Roja o Ricito de Oro, pero con un giro, ¡algo ha cambiado!.
Los niños deberán leer el cuento y, como pequeños detectives, ¡encontrar qué parte ha sido modificada! Puede ser un personaje cambiado, una situación distinta o un nuevo detalle que no estaba en la versión tradicional. Al identificar estas modificaciones, los niños no solo desarrollarán su capacidad de lectura, sino que también ejercitarán su memoria y su atención a los detalles.
Esta es una forma increíblemente divertida de practicar comprensión lectora, ya que los niños pueden comparar las versiones clásicas con las versiones modificadas y entender mejor la estructura y los elementos de cada historia. Este tipo de actividad hace que los niños no solo disfruten de las historias, sino que también mejoren su capacidad de análisis y comprensión.
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