Los ejercicios deletreos permiten a los niños desarrollar y fortalecer sus habilidades fonéticas, es decir, la capacidad de reconocer y relacionar los sonidos del habla con las letras correspondientes. Al practicar el deletreo, los niños aprenden a segmentar las palabras en sonidos individuales y a asociarlos con las letras adecuadas. Esta habilidad es esencial para la decodificación y la lectura fluida.

Al practicar el deletreo de palabras, los niños adquieren una mayor conciencia de la estructura de las palabras y las reglas ortográficas. Al escribir cada letra de una palabra, deben prestar atención a la secuencia correcta de las letras y la correspondencia entre los sonidos y las letras. Esto les ayuda a internalizar las reglas ortográficas y a mejorar su habilidad para escribir de manera precisa.

Además, al observar y escribir las letras de una palabra, los niños están entrenando su memoria visual para recordar la forma y el orden correcto de las letras. Esto es especialmente beneficioso para palabras irregulares o con patrones ortográficos complejos.

El deletreo requiere que los niños presten atención a los sonidos individuales que componen una palabra. Esta práctica fortalece su conciencia fonológica, es decir, su capacidad para reconocer, manipular y segmentar los sonidos del habla. La conciencia fonológica es un precursor clave de la lectura y la escritura, ya que permite a los niños comprender cómo los sonidos se relacionan con las letras.

Al desglosar una palabra en sus componentes individuales, los niños pueden reflexionar sobre su estructura y significado. Esta habilidad de análisis y reflexión contribuye a una mejor comprensión de la lectura, lo que a su vez fortalece su habilidad para escribir con coherencia y claridad.