El recurso consta de una serie de rompecabezas diseñados específicamente para formar familias de palabras. Cada rompecabezas está compuesto por piezas que, al unirse correctamente, revelan una familia de palabras que comparten un mismo lexema o raíz. Por ejemplo, las piezas pueden formar palabras como «pan», «panadero» y «panadería», ayudando a los niños a comprender cómo las palabras están relacionadas entre sí.

Esta actividad enriquece su vocabulario, introduciéndoles a nuevas palabras y sus significados, y mostrando cómo las palabras pueden transformarse y adaptarse a diferentes contextos.

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Los pictogramas son representaciones visuales simples que ilustran objetos, acciones, conceptos o instrucciones. Su uso en el ámbito educativo ha demostrado ser particularmente efectivo para apoyar el aprendizaje y la comunicación de los estudiantes con TEA. Los alumnos con TEA a menudo encuentran más fácil procesar la información visual que la información verbal. Los pictogramas simplifican y clarifican los mensajes, haciendo que las instrucciones y conceptos sean más comprensibles. Por ejemplo, un pictograma que muestra una imagen de un niño lavándose las manos puede ser más fácil de entender que una instrucción verbal o escrita.

Cada alumno es único y tiene su propio estilo de aprendizaje. Los pictogramas pueden complementar el aprendizaje auditivo y kinestésico, proporcionando una representación visual que refuerza el contenido. Esto no solo beneficia a los alumnos con TEA, sino que también enriquece el aprendizaje de todos los estudiantes.