Las fábulas, con sus relatos cautivadores y enseñanzas atemporales, han sido parte del repertorio educativo durante siglos. Estas historias cortas, protagonizadas por animales antropomórficos y cargadas de moralejas, ofrecen mucho más que entretenimiento; son una herramienta invaluable para cultivar la comprensión lectora en los niños de educación infantil y primaria.

Las fábulas ofrecen una oportunidad única para mejorar la comprensión lectora de los estudiantes. Al presentar historias simples pero significativas, los niños pueden practicar habilidades como identificar el tema principal, comprender el desarrollo del argumento y extraer lecciones implícitas. Las fábulas transportan a los niños a mundos imaginarios poblados por personajes intrigantes y situaciones inesperadas. Esta inmersión en la fantasía estimula la imaginación de los estudiantes y fomenta su amor por la lectura.

Al analizar las acciones y motivaciones de los personajes en las fábulas, los niños desarrollan habilidades de pensamiento crítico. Pueden reflexionar sobre las decisiones tomadas por los protagonistas y considerar cómo podrían aplicar esas lecciones a sus propias vidas.

Las fábulas están imbuidas de lecciones morales universales, como la importancia de la honestidad, la generosidad y la perseverancia. Al explorar estas enseñanzas a través de historias vívidas, los estudiantes internalizan valores fundamentales que los guiarán en su crecimiento personal.