El ruido excesivo en el aula puede ser una distracción significativa para el proceso de aprendizaje. Puede dificultar la concentración de los estudiantes, afectar la comunicación efectiva y, en última instancia, influir negativamente en el rendimiento académico.
Introducir el ‘Vozómetro’ no solo se trata de controlar el ruido, sino de fomentar la conciencia auditiva y el respeto mutuo. Los estudiantes aprenden a reconocer y ajustar el volumen de su voz de acuerdo con las indicaciones del ‘Vozómetro’, promoviendo así un entorno de aula más respetuoso.
Lo primero es explicar a los niños los cinco niveles de voz, poniéndoles ejemplos de situaciones en las que se usan. El vozómetro viene graduado como si fuera un termómetro que va a medir nuestra voz, desde el color azul (nivel 1) hasta el color rojo (nivel 5). El 1 (azul) es “Silencio”, por ejemplo cuando explica el profesor. El 2 (verde) es “Susurrar”, cuando los chicos trabajan en clase o en casa, o cuando quieren contar un secreto. El 3 (amarillo) es “Hablar bajo”, para hablar en clase, en casa y en general para conversar normalmente con amigos. El 4 (naranja) es “Hablar alto”, cuando los chicos juegan en el patio, por ejemplo, o para hablar con personas que están lejos. Por último, el 5 (rojo) es “Gritar”, cuando estamos en la feria, en la montaña rusa…
Al principio, si hablan alto, les marcamos con la pinza el nivel que están usando, les explicamos que no es el correcto, y les indicamos cuál es el adecuado. Cuando se han familiarizado, solo hay que decirles que bajen a nivel 3, 2 o 1. Si lo van consiguiendo se les puede premiar con un refuerzo positivo, además de valorar y agradecer lo agradable que es trabajar usando el volumen adecuado.
Al trabajar con el ‘Vozómetro’, los estudiantes desarrollan habilidades de escucha activa. Aprenden a prestar atención a las señales visuales y ajustar su comportamiento en consecuencia, fortaleciendo así una habilidad esencial para el aprendizaje efectivo.
Este recurso contribuye a la creación de un entorno de aprendizaje positivo al establecer expectativas claras en cuanto al comportamiento acústico. Los estudiantes se benefician al disfrutar de un espacio tranquilo que facilita la concentración y la participación efectiva en las actividades educativas.
La implementación del ‘Vozómetro’ implica la participación activa de los estudiantes en la gestión del ruido. Esto promueve un sentido de responsabilidad colectiva, donde todos contribuyen al mantenimiento de un ambiente de aula propicio para el aprendizaje.
DESCARGAR EN PDF
AUTORÍA: CARTELES DIDÁCTICOS
CRÉDITOS EN LAS IMÁGENES: Actividades de Infantil y Primaria comparte estas imágenes con fines educativos y didácticos. Si alguna imagen tiene derechos de autor, escríbenos a través de los comentarios para citar al autor o para eliminarla, muchas gracias.
Deja una respuesta