Según la LOMLOE, «para que la adquisición de las competencias sea efectiva, las situaciones de aprendizaje deben estar bien contextualizadas y ser respetuosas con las experiencias del alumnado y sus diferentes formas de comprender la realidad». La idea, en definitiva, es que la situación de aprendizaje propuesta por el docente esté conectada con el currículo y que a través de ella se trabajen las competencias clave y las competencias específicas de cada área educativa.

Entonces, ¿cuál debe ser la naturaleza de estas situaciones de aprendizaje? La LOMLOE sugiere que deben cumplir las siguientes características:

Ser significativas, abiertas y complejas
Estar contextualizadas o tener una aplicación en un contexto
Desarrollar competencias clave y específicas del área
Posibilitar diferentes tipos de agrupamiento
Favorecer el desarrollo de la autonomía y/o autorregulación
Se pueden adaptar a los diferentes ritmos de aprendizaje
Fomentar un pensamiento crítico y reflexivo

La LOMLOE establece que las situaciones de aprendizaje son aquellas que implican el despliegue por parte de los estudiantes de acciones relacionadas con competencias clave y específicas, contribuyendo así a su adquisición y desarrollo.

El currículo proporciona una serie de competencias, saberes y habilidades estructuradas por niveles académicos y es responsabilidad de los docentes crear situaciones relevantes para los estudiantes en las que puedan adquirir estos conocimientos.

Sin embargo, es importante señalar que esto requiere un cambio metodológico y de mentalidad significativo para los docentes al pasar de seguir un libro de texto a un enfoque centrado en el estudiante y en el aprendizaje contextualizado.