La atención y la discriminación visual son habilidades fundamentales en el desarrollo cognitivo de los niños. Ambas se ponen en práctica a diario: desde reconocer objetos en su entorno hasta leer y escribir. Para fortalecer estas capacidades en el aula, te proponemos una actividad sencilla, divertida y adaptable a diferentes edades.
El propósito principal de este ejercicio es que los alumnos desarrollen la capacidad de mirar con atención y reconocer formas incluso cuando no están completamente definidas. Al enfrentarse a las siluetas de diferentes objetos, los niños ponen a prueba su memoria visual, su capacidad de observación y su habilidad para discriminar entre formas parecidas. Además, la actividad se contextualiza en situaciones cotidianas, como ir de compras a la frutería, a la papelería o a la juguetería, lo que ayuda a los alumnos a conectar lo aprendido en clase con experiencias reales.
La dinámica comienza con una pequeña narración o ambientación: se le cuenta a la clase que “hemos ido de compras” a un lugar específico. A continuación, se muestra la lámina con la bolsa correspondiente, donde aparecen varias sombras de objetos. Los alumnos deben observarlas con atención e intentar descubrir de qué se trata. La clave está en fijarse en los detalles: una curva, una punta, un tamaño particular… Una vez que cada niño haya identificado los objetos, pueden compartir sus respuestas en voz alta o escribirlas en su hoja.
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