El juego consiste en completar un rosco del abecedario, en el que cada letra corresponde a una palabra relacionada con el otoño. Pero aquí viene la parte especial: ¡en lugar de definiciones, los alumnos deberán identificar la palabra a partir de una imagen!

Cada imagen representa un objeto, actividad, lugar o concepto típico del otoño, y todas las respuestas comienzan con la letra correspondiente del abecedario.

Este recurso tiene un gran valor inclusivo porque integra estrategias que facilitan el aprendizaje y la participación de todo el alumnado, especialmente de aquellos con necesidades educativas especiales. El uso de imágenes ofrece un apoyo visual constante que refuerza el significado de las palabras y favorece la comprensión en estudiantes con dificultades lectoras o de lenguaje, además de potenciar la memoria y la asociación, algo muy beneficioso para quienes presentan dislexia u otros trastornos de aprendizaje. Al presentarse en formato de juego, despierta la motivación y promueve la implicación activa, incluso en los alumnos menos participativos, mientras que su adaptabilidad permite ajustar el nivel de dificultad con pistas, reducción de letras o respuestas orales.