Hoy compartimos un material muy especial pensado para desarrollar la escritura creativa y fomentar la imaginación de los más pequeños. A partir de historias misteriosas, divertidas o mágicas que se interrumpen justo antes del desenlace, los alumnos deberán inventar su propio final.
Este tipo de actividades no solo estimulan la expresión escrita, sino también el pensamiento narrativo, la coherencia textual y la creatividad personal de cada alumno.
Puedes usar una historia por sesión, leerla en voz alta en clase y dejar que cada alumno imagine su final por escrito o con un dibujo. También puedes trabajarlas en parejas o grupos pequeños para fomentar el trabajo cooperativo y compartir distintas versiones del desenlace. Es ideal para sesiones de escritura libre, talleres de verano o como actividad relajada en la última hora del día.
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