¿Quién dijo que aprender matemáticas no puede ser divertido? Hoy te traemos una propuesta educativa única que combina arte y aprendizaje: ¡colorear mandalas mientras repasas las tablas de multiplicar! Esta actividad no solo es entretenida, sino que también potencia varias habilidades como la atención, la concentración y, por supuesto, la memoria matemática.

La idea es simple y muy efectiva. Cada mandala está dividida en segmentos, y cada segmento tiene asignado un número que corresponde al resultado de una multiplicación. Los números a multiplicar (por ejemplo, 3 x 2, 5 x 4, etc.) están relacionados con un color específico. A medida que el estudiante repasa las tablas de multiplicar, debe colorear cada sección de la mandala con el color que corresponde al resultado de la operación matemática.

Las mandalas son una herramienta terapéutica conocida por su capacidad para inducir calma y concentración. Al combinar esta práctica con la repetición de las tablas de multiplicar, se crea una sinergia que no solo mejora la memoria, sino también el bienestar emocional de los estudiantes. La acción de colorear, que por sí misma es relajante, se convierte en una herramienta poderosa para el aprendizaje activo.