¿Quién dijo que las matemáticas fuesen aburridas? Si empleamos los recursos adecuados, el aprendizaje matemático se puede convertir en un divertido juego; y el claro ejemplo, es la propuestas que os comparto a continuación. Unas divertidas sopas de números (¡sí! has escuchado bien, de números, no de letras) en las que los alumnos deberán resolver una serie de sumas y a continuación encontrar dicho resultado en la sopa numérica. Esta actividad es ideal porque combina el aprendizaje y el juego a través de un pasatiempo clásico como es la sopa de letras ( en esta caso de números).
Durante las próximas semanas, compartiré este mismo recurso adaptándolo a las diferentes operaciones matemáticas como las restas o las divisiones.
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