Hola compañeros, empezamos nuevo año pero retomamos un clásico de nuestro blog: los dictados semanales de palabras. El dictado es una herramienta poderosa para entrenar la memoria visual y auditiva. Cuando nuestros alumnos escuchan una palabra y la escriben, su cerebro establece conexiones entre cómo suena y cómo se escribe. Este proceso fortalece la capacidad de recordar la ortografía correcta y mejora la atención a los detalles, una habilidad crucial no solo en la escritura, sino también en otras áreas de aprendizaje. Además, esta práctica ayuda a ampliar el vocabulario y fomenta el uso de palabras más variadas en la comunicación oral y escrita.
Uno de los principales beneficios del dictado es la identificación y corrección de errores recurrentes. Al revisar las palabras después del dictado, los estudiantes pueden reconocer patrones en los errores que cometen, como confundir letras (b/v, s/c/z) o acentos. Con el tiempo, esta práctica reduce la incidencia de errores y aumenta la confianza en la escritura. Incorporar un dictado de palabras cada día de la semana puede ser una actividad sencilla, pero su impacto en el aprendizaje del idioma es profundo y duradero.
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