Colorear vidrieras navideñas ofrece múltiples beneficios para los niños de Infantil y Primaria, combinando creatividad, relajación y aprendizaje en una sola actividad. Por un lado, es ideal para reducir el estrés y fomentar la calma, especialmente en los emocionantes últimos días de clase, ya que el movimiento repetitivo y el enfoque en los detalles ayudan a los niños a concentrarse. Además, esta actividad desarrolla habilidades motoras finas al trabajar la coordinación ojo-mano y el control preciso de los utensilios para colorear, esenciales para la escritura y otras tareas manuales. También estimula la creatividad, permitiendo a los niños experimentar con colores y expresar su estilo único, lo que refuerza su autoestima al ver el resultado de su trabajo. Al mismo tiempo, colorear fomenta la paciencia y la atención al detalle, habilidades clave en el aprendizaje de conceptos más abstractos como patrones y simetrías, útiles en materias como matemáticas. Por último, decorar el aula con sus creaciones fomenta un sentido de comunidad, mejora el bienestar emocional y llena el ambiente de espíritu navideño, convirtiendo los días previos a las vacaciones en una experiencia memorable.