Este recurso no solo es una excelente manera de practicar y memorizar las tablas de multiplicar, sino que también introduce un elemento de juego que mantiene a los alumnos motivados y comprometidos. Al involucrar a los niños en un juego competitivo y cooperativo, se fomenta el aprendizaje activo y se hace que las matemáticas sean más accesibles y menos intimidantes.

El tablero del juego está compuesto por casillas numeradas, cada una asociada a una multiplicación que los niños deben resolver. Al igual que en el tradicional juego de la oca, los participantes lanzan un dado y avanzan su ficha según el número obtenido, pero para permanecer en la casilla y continuar avanzando, deben responder correctamente la multiplicación correspondiente.

Los beneficios de utilizar este tipo de recursos en el aula o en casa son múltiples. Primero, convierte el aprendizaje de las matemáticas en una actividad divertida, lo que puede ayudar a reducir la ansiedad matemática y aumentar la confianza de los niños en sus habilidades numéricas. Al mismo tiempo, promueve el trabajo en equipo y la colaboración entre los estudiantes, ya que pueden jugar en grupos y ayudarse mutuamente a resolver las multiplicaciones.

Además, el formato del juego permite la repetición constante de las tablas de multiplicar, lo cual es crucial para la memorización y el dominio de este contenido fundamental. La interacción con el juego también puede mejorar la atención y la concentración de los niños, ya que están activamente involucrados en una actividad dinámica en lugar de realizar ejercicios repetitivos en una hoja de papel.