Los textos ortográficos que se centran en letras específicas, como la C y la Z, permiten a los estudiantes consolidar las reglas ortográficas asociadas con esas letras. Al trabajar con ejemplos prácticos dentro de un contexto significativo, los alumnos tienen la oportunidad de internalizar estas reglas y aplicarlas correctamente en su escritura diaria. La letra C y la letra Z son dos letras que a menudo generan confusiones ortográficas entre los estudiantes. Trabajar con textos ortográficos específicos les brinda la oportunidad de identificar y corregir errores comunes.

Los textos ortográficos suelen estar compuestos por palabras variadas que contienen las letras específicas en cuestión. Esto permite a los estudiantes expandir su vocabulario al mismo tiempo que practican la ortografía, ya que se ven expuestos a una amplia gama de palabras que contienen las letras C-Z en diferentes contextos y significados.

Trabajar con textos ortográficos implica no solo la identificación y corrección de errores, sino también la comprensión del significado de las palabras dentro del contexto de la lectura. Esto contribuye al desarrollo de la comprensión lectora de los estudiantes, ya que aprenden a relacionar la ortografía con el significado y a inferir el sentido de las palabras en función del contexto.

Al interactuar con textos ortográficos, los estudiantes tienen la oportunidad de practicar la autocorrección y el autoaprendizaje. A medida que identifican errores ortográficos en el texto, pueden reflexionar sobre las reglas ortográficas correspondientes y corregir sus propios errores, fomentando así la autonomía en su proceso de aprendizaje.