La velocidad lectora se refiere a la cantidad de palabras que un lector puede leer en un determinado período de tiempo. La velocidad lectora es importante en el desarrollo de la lectura del niño porque es un indicador de la fluidez de la lectura, es decir, la capacidad del niño para leer con rapidez y precisión.

Cuando un niño es capaz de leer con fluidez, puede concentrarse en la comprensión del texto y en la adquisición de nuevos conocimientos, en lugar de enfocarse en descifrar cada palabra individualmente. La fluidez también puede mejorar la confianza del niño en su habilidad para leer, lo que a su vez puede fomentar una actitud positiva hacia la lectura.

Por otro lado, si un niño tiene dificultades para leer con fluidez, es posible que tenga dificultades para comprender el texto y para disfrutar de la lectura. La falta de fluidez también puede hacer que la lectura sea una tarea tediosa y frustrante para el niño.

Es importante que los padres y profesores monitoreen la velocidad lectora de los niños y ofrezcan estrategias de apoyo para mejorar la fluidez de la lectura. Estas estrategias pueden incluir la práctica regular de lectura en voz alta, la lectura de textos que sean adecuados para el nivel de habilidad del niño y la retroalimentación constructiva y positiva.