La vida de un niño es un constante proceso de descubrimiento y crecimiento, y en este viaje, las rutinas desempeñan un papel fundamental. Las rutinas proporcionan estructura y previsibilidad en el caos cotidiano, lo que contribuye al bienestar emocional, mental y físico de los niños. Además, facilitan la adquisición de habilidades y la independencia.

Las rutinas ayudan a los niños a desarrollar habilidades de autocontrol y autodisciplina. Aprenden a esperar su turno, seguir instrucciones y ser responsables de sus tareas diarias. A través de rutinas bien establecidas, los niños pueden aprender gradualmente a hacer tareas por sí mismos. Esto fomenta la independencia y la confianza en sus habilidades.

Utilizar materiales ilustrativos, como las siguientes tarjetas, para trabajar este aspecto facilita su comprensión y su asimilación en el día a día.