¿Conocéis el juego «memory»? Es muy fácil de aprender, hay que colocar todas las cartas boca abajo y le niño debe levantar una y encontrar su pareja, en esta ocasión la silueta del dibujo que aparece en la carta que ha levantado. Si es la correcta, se queda con las dos cartas y si no, la vuelve a poner boca abajo y es el turno de otro compañero. Se trata de una dinámica no solo para ejercitar la memoria, sino también la atención.
Si vas a realizar la actividad con menor edad, para facilitar la tarea, coloca todas las cartas boca arriba y que el niño simplemente tenga que emparejar cada dibujo con su silueta. Con esto conseguimos que los niños fijen su atención en un objeto determinado analizando su contorno de tal forma que aprenden a diferenciar los objetos sin estar dibujado con todas sus características solo el contorno.
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