La conciencia silábica es la habilidad de reconocer y manipular las unidades de sonido que componen las palabras, es decir, las sílabas. Esta habilidad es esencial para el desarrollo del lenguaje en los niños, ya que les permite comprender la estructura de las palabras y, por lo tanto, aprender a leer y escribir.

La conciencia silábica comienza a desarrollarse en los niños a partir de los 3 o 4 años, cuando empiezan a reconocer las palabras que riman y a dividirlas en sílabas. A medida que los niños se vuelven más habilidosos en la identificación de las sílabas, también son capaces de manipularlas, combinándolas y separándolas para crear nuevas palabras.

La importancia de la conciencia silábica radica en que es un componente fundamental de la alfabetización temprana. Los niños que tienen una buena conciencia silábica son más propensos a desarrollar habilidades de lectura y escritura sólidas. La capacidad de descomponer las palabras en sus componentes más pequeños les ayuda a reconocer patrones y a asociar sonidos y letras, lo que les facilita la comprensión y la producción del lenguaje escrito.

Uno de los juegos más divertidos y que nos permite trabajar este aspecto con los alumnos es el de las palabras encadenadas. Este juego consiste en formar cadenas de palabras, con el objetivo de que la palabra que sigue la anterior debe empezar por la última sílaba de ésta; es decir, casa – sapo – pollito… y así sucesivamente.