La comprensión lectora es una habilidad fundamental en el mundo académico. En el colegio, los estudiantes deben leer y comprender textos de diferentes disciplinas, desde matemáticas y ciencias hasta historia y literatura. Por lo tanto, la capacidad de entender lo que se lee es vital para tener éxito en la escuela y en la vida.

La comprensión lectora no solo ayuda a entender los textos, sino que también permite a los estudiantes desarrollar habilidades críticas como el pensamiento analítico y la capacidad de evaluar y sintetizar información. Además, una buena comprensión lectora puede ayudar a mejorar la ortografía, el vocabulario y la gramática.

Los estudiantes que tienen habilidades de comprensión lectora sólidas tienen una ventaja significativa en el aula. Pueden leer y comprender textos más rápido, lo que les permite tener más tiempo para reflexionar sobre el contenido y realizar tareas relacionadas. Además, pueden identificar información importante y relevante, lo que les permite responder a las preguntas de manera más efectiva.

Por otro lado, los estudiantes que tienen habilidades de comprensión lectora deficientes pueden enfrentar dificultades en el aula. Pueden tener dificultades para seguir las instrucciones y comprender los conceptos. También pueden tener dificultades para realizar tareas que requieren la comprensión de los textos y pueden tener problemas para completar los trabajos escolares.

Para mejorar la comprensión lectora, los estudiantes pueden utilizar diferentes técnicas y estrategias. Algunas de estas técnicas incluyen la lectura activa, la identificación de palabras clave, la toma de notas y la discusión con otros para aclarar la comprensión. Además, los estudiantes pueden practicar la lectura de diferentes tipos de textos, desde textos académicos hasta libros de ficción y no ficción.

Para trabajar la comprensión lectora en el aula, desde este blog, siempre proponemos estrategias y actividades más amenas y dinámicas que las tradicionales; como la siguiente actividad. Un ejercicio manipulativo en el que el alumno deberá ordenar los dibujos en función del orden en el que aparecen en el texto.