Los mandalas pueden resultar una herramienta muy buena no solo para entretener y calmar a una persona mediante su coloreado, sino también para educar. Cada día más personas utilizan los mandalas para meditar, pero además de este factor más “místico” o espiritual, estas figuras pueden traer múltiples ventajas en el campo educativo.
Los mandalas se suelen utilizar desde orígenes remotos de la historia para concentrar la energía en un solo punto durante la meditación; pero en el último tiempo se ha prestado más atención en los beneficios que estas figuras pueden aportar a la inteligencia, el razonamiento y la concentración de los más pequeños.
Los profesores Ginés y Maribel, responsables del Blog Orientación Andújar realizaron diversos trabajos con niños mediante el dibujo de mandalas y observaron que esta actividad es muy placentera para los más pequeños, los que además de sentir orgullo por el trabajo realizado lograron aumentar su creatividad y mejorar su caligrafía, a la vez que aseguran que también les repercutió de forma positiva en sus trabajos escolares.
Sin duda los mandalas son herramientas que sirven para trabajar elementos como el orden y la concentración o atención, la paciencia y la perseverancia, y esto lo logran de una forma lúdica. Y si bien no es una técnica convencional, muchos docentes están animándose a integrarla al aula.
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