En el día a día del aula (y también en casa), los niños se enfrentan a momentos de rabia, frustración o agitación emocional. Aprender a reconocer y regular estas emociones es un proceso fundamental dentro del desarrollo socioemocional. Por eso, hoy compartimos un recurso sencillo, visual y muy efectivo: las tarjetas para llegar a la calma.
Estas tarjetas están diseñadas con trazos o caminos visuales que invitan al niño a seguir la línea con el dedo, despacio y con atención. Mientras realiza este recorrido, se le anima a acompañar el movimiento con una respiración profunda y pausada. Este gesto tan simple combina estimulación sensorial, concentración y respiración consciente, ayudando a disminuir la tensión emocional y a recuperar el equilibrio interno.
Cada tarjeta presenta una imagen atractiva y relajante, como una espiral, una ola o un camino suave, que guía el movimiento del dedo. Este tipo de ejercicios favorece la autorregulación emocional, ya que el niño aprende a centrar su atención en una acción concreta que le produce calma. Además, estimula la motricidad fina y la coordinación ojo-mano, al tiempo que introduce el hábito de respirar conscientemente ante las emociones intensas.
Te recomiendo plastificar las tarjetas para convertirlas en un material reutilizable y resistente, ideal para colocar en el rincón de la calma o en el área emocional del aula.














Deja una respuesta