En esta divertida propuesta de Halloween, la Brujita Ortográfica invita a los niños a participar en un encantador juego lingüístico lleno de magia y aprendizaje. La actividad se centra en clasificar palabras con diptongos, hiatos y triptongos, utilizando como recurso tres calderos mágicos: uno para cada tipo de combinación vocálica.
Los alumnos, deben “echar” en cada caldero los frascos de poción que contienen palabras con la característica correspondiente, descubriendo así el poder de las vocales y cómo se combinan en el idioma. Este recurso no solo favorece la discriminación auditiva y visual de las vocales, sino que también promueve la comprensión fonética, el trabajo cooperativo y el aprendizaje significativo a través del juego. Además, la ambientación mágica de Halloween convierte la actividad en una experiencia motivadora, multisensorial y creativa, que despierta la curiosidad y el gusto por la ortografía mientras los niños se convierten en auténticos hechiceros de las palabras.
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