Los primeros días de clase son fundamentales para crear un ambiente acogedor, fomentar la confianza y estimular la imaginación de los alumnos. Por eso, proponemos una dinámica artística llamada “No es lo que parece”, en la que se entrega a cada estudiante una hoja con un fragmento de un dibujo, por ejemplo, una parte que podría recordar a un sol, una casa o una nube, y, a partir de esa pista inicial, deben transformar la imagen en algo totalmente diferente a lo que sugiere.
Deja una respuesta