El inicio de curso es un momento perfecto para reflexionar sobre lo que cada estudiante desea alcanzar durante el año escolar. Una manera motivadora y visual de hacerlo es a través de la siguiente ficha ilustrativa, una dinámica creativa que ayuda a los alumnos a marcar objetivos y a pensar en los pasos necesarios para lograrlos.
La actividad consiste en entregar a cada estudiante una ficha con la imagen de una montaña. En la cima, deberán escribir su meta principal para el curso: puede ser mejorar en una asignatura, leer más libros, participar en clase, organizarse mejor o incluso desarrollar una habilidad personal. Lo importante es que sea un objetivo claro y significativo para ellos.
A lo largo del camino que sube por la montaña, los alumnos escribirán los pasos que consideran necesarios para alcanzar esa meta: estudiar un poco cada día, pedir ayuda cuando no entiendan algo, ser constantes con la tarea, trabajar en equipo o mantener una actitud positiva. Estos pequeños logros intermedios representan la ruta de ascenso hacia su cima personal.
Esta dinámica, además de fomentar la planificación y la responsabilidad, refuerza la motivación y la confianza. Cada estudiante tiene la oportunidad de visualizar que las metas se consiguen paso a paso, con esfuerzo y constancia. Al mismo tiempo, el docente obtiene una valiosa visión de las aspiraciones de sus alumnos, lo que puede servir como punto de partida para acompañarlos durante el curso.
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