Llega el verano, el final de curso, y con él… el esperado descanso. Tras meses de esfuerzo, rutinas y aprendizajes, nuestros alumnos se despiden con las mochilas llenas de experiencias. Pero ¿qué deberes llevarse a casa?
Desde nuestro rincón educativo, proponemos una idea distinta: una colección de “deberes de verano” que no tienen que ver con cuadernos ni exámenes, sino con lo más valioso: el tiempo compartido, la alegría y las pequeñas cosas que llenan el corazón.
No se trata de fomentar competencias escolares, sino de alimentar otras igual de importantes: la ternura, la creatividad, el vínculo familiar, la atención plena y la felicidad sencilla.
Sabemos que educar no es solo enseñar a sumar o leer. También es enseñar a vivir, a valorar lo cotidiano, a reconectar con el entorno y a disfrutar de los nuestros. Por eso, te animamos a sumarte a esta iniciativa y a compartir con tus alumnos y sus familias; para ello, entrega esta plantilla a las familias junto a las calificaciones finales.
Deja una respuesta