El final de curso no solo es tiempo de despedidas y celebraciones, también es un momento ideal para reflexionar sobre lo vivido, valorar lo que ha funcionado y pensar en qué podemos mejorar. Por eso, hoy compartimos un recurso muy especial: unas plantillas diseñadas para que los alumnos puedan evaluar a sus profesores de forma sencilla, visual y respetuosa.
Esta propuesta es importante porque permite que los alumnos se conviertan en parte activa del proceso educativo, dándoles voz para expresar cómo se han sentido durante el curso y qué opinan de la experiencia vivida con su profesor o profesora. Escuchar sus valoraciones no solo refuerza su sentido de pertenencia y confianza, sino que también ofrece al docente un feedback valioso desde la perspectiva del alumnado, que muchas veces revela aspectos que pasan desapercibidos en el día a día. Esta retroalimentación sincera y constructiva es clave para mejorar la práctica docente, fortalecer los vínculos afectivos en el aula y planificar el próximo curso con una mirada más empática, ajustada a las verdaderas necesidades del grupo. Además, enseñar a los niños a opinar con respeto y argumentar lo que sienten fomenta en ellos la responsabilidad, la reflexión y la expresión emocional, competencias fundamentales para su desarrollo personal y social.
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