En el aula, trabajar la ortografía no tiene por qué ser aburrido ni repetitivo. Existen muchas maneras de convertir el aprendizaje en una experiencia significativa, y una de nuestras favoritas es el dictado de pistas, una estrategia creativa que permite a las alumnas desarrollar sus habilidades ortográficas de forma lúdica y amena.
Este dictado no tradicional propone una serie de frases o pistas que los alumnos deben completar con una palabra que encaje con la descripción. No se trata de escribir una oración completa ni de copiar textos, sino de pensar, relacionar ideas y elegir la palabra correcta, reforzando su ortografía de forma significativa.
Esta actividad es especialmente efectiva porque transforma el tradicional dictado en una dinámica activa y participativa, donde las alumnas no solo escriben, sino que piensan, asocian ideas y eligen palabras a partir de pistas. Al no existir una única respuesta correcta, se fomenta la creatividad, se amplía el vocabulario y se ejercita la ortografía de manera natural. Además, al ser una propuesta lúdica, disminuye la ansiedad que a veces genera la escritura formal, favoreciendo un aprendizaje más significativo, motivador y duradero.
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