En un mundo que avanza rápidamente hacia la tecnología y la eficiencia, no podemos dejar de lado lo esencial: formar personas empáticas, conscientes y solidarias. En este sentido, las escuelas no sólo deben ser espacios para aprender matemáticas o idiomas, sino también para cultivar valores y habilidades emocionales que acompañarán a los alumnos durante toda su vida.
Como psicóloga, quiero resaltar la importancia de trabajar la empatía desde las primeras etapas escolares. La empatía no sólo mejora la convivencia dentro del aula, sino que también fortalece la autoestima, fomenta la cooperación y previene situaciones de exclusión o bullying.
Con este objetivo en mente, he preparado un conjunto de tarjetas ilustradas diseñadas especialmente para alumnos de educación primaria, aunque se pueden trabajar también en Secundaria.
Cada tarjeta está cuidadosamente diseñada para facilitar la reflexión y el aprendizaje emocional en los niños. Presenta una situación cotidiana, que puede ocurrir en el hogar, en la calle o en el entorno escolar, con el objetivo de que los alumnos se sientan identificados. Acompañando cada escena, se incluyen preguntas reflexivas que invitan a los niños a ponerse en el lugar del otro, reconocer las emociones implicadas y pensar en formas empáticas de actuar. Además, cada tarjeta incorpora una imagen ilustrativa que ayuda a los alumnos a visualizar la situación, favoreciendo una conexión emocional más profunda y significativa con lo que se plantea.
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