El aula es un espacio de aprendizaje dinámico y estimulante, pero también puede convertirse en un entorno de estrés y ansiedad para algunos estudiantes. Las distracciones, los conflictos interpersonales y las presiones académicas pueden generar tensiones que afectan el desarrollo y el bienestar tanto de los alumnos como del docente. La búsqueda de un ambiente calmado es crucial para promover la concentración, el respeto y el aprendizaje efectivo. En esta entrada, exploraremos diversas estrategias para llegar a la calma en el aula, permitiendo que tanto estudiantes como maestros disfruten de un entorno más armonioso y productivo.
1. Crear un espacio de calma
En algunas ocasiones, los estudiantes pueden sentirse demasiado estresados o alterados como para continuar con la clase de manera efectiva. Tener un «espacio de calma» dentro del aula, donde los estudiantes puedan retirarse temporalmente y reflexionar, es una excelente manera de ayudar a restablecer la paz y el enfoque. Este espacio puede ser un rincón con cojines, libros o materiales para actividades relajantes como el dibujo o la lectura.
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2. El uso de técnicas de respiración
Las técnicas de respiración son herramientas poderosas para reducir la ansiedad y mejorar la concentración. La respiración profunda permite a los estudiantes calmarse en momentos de estrés, ayudando a liberar la tensión muscular y emocional. Esta estrategia es especialmente útil en situaciones de conflicto o cuando los estudiantes se sienten abrumados por las exigencias del aula.
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3. Establecer una rutina predecible
La previsibilidad de la rutina en el aula contribuye a que los estudiantes se sientan más seguros y tranquilos. Cuando los estudiantes saben lo que va a suceder a continuación, disminuye su nivel de ansiedad y se sienten más preparados para afrontar el día. La consistencia en las actividades diarias y la organización del espacio son factores que pueden ayudar a crear una atmósfera de calma.
4. Promover la actividad física
El movimiento y la actividad física no solo son beneficiosos para la salud física, sino que también tienen un impacto positivo en el bienestar emocional de los estudiantes. Incorporar actividades físicas breves durante la jornada escolar puede ayudar a liberar tensiones y mejorar el enfoque y la actitud.
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5. Dibujos con los dedos
El arte y la creatividad son formas poderosas de liberar tensiones y ayudar a los estudiantes a centrarse. Una actividad sencilla y relajante que puede incorporar los beneficios de la atención plena y la relajación es dibujar con los dedos siguiendo un patrón. Esta actividad permite que los estudiantes se concentren en movimientos simples y repetitivos, lo que ayuda a calmar la mente y las emociones.
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