En el fascinante mundo de las palabras, no todo es lo que parece. A veces, una palabra suena como un diminutivo o un aumentativo por la terminación que tiene, pero en realidad no lo es. Son palabras que terminan en sufijos como -ito, -illo, -ote o -azo, lo que podría hacernos pensar que derivan de una palabra más simple a la que se ha añadido un sufijo para expresar tamaño, cariño, desprecio u otras connotaciones. Pero en realidad, estas palabras no derivan de ninguna otra, o su forma no tiene relación con un aumento o disminución del tamaño.
Para ayudar a tus estudiantes a afinar su oído lingüístico y desarrollar su conciencia morfológica, hemos creado una serie de fichas educativas con listas de palabras variadas. El reto es identificar cuáles de ellas parecen ser diminutivos o aumentativos, pero en realidad no lo son.
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Falsos aumentativos y falsos diminutivos
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