Los descansos activos, que pueden durar entre 3 y 5 minutos, consisten en actividades físicas sencillas como estiramientos, movimientos rítmicos, saltos, o ejercicios de relajación. Estos pequeños intervalos ayudan a los niños a despejar la mente y renovar su capacidad de concentración.
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Gracias por las sugerencias de las pausas activas
Saludos excelente
Saludos excelente
Siempre como docente ma.gustado que los niños tomen un descanso para relajarse después de cada jornada