La actividad de recortar y construir figuras navideñas es mucho más que una simple tarea; es una oportunidad para que los niños expresen su creatividad. Al dar forma a sus propias figuras, los niños no solo mejoran sus habilidades motoras finas, sino que también exploran colores, formas y texturas de una manera única y personal.
El uso de tijeras y la precisión requerida para recortar figuras contribuyen al desarrollo de la coordinación motora fina. Esta destreza es esencial para tareas cotidianas y sienta las bases para futuras habilidades más complejas, como la escritura.
Construir figuras navideñas es una actividad que fomenta la imaginación y la narrativa. Los niños no solo crean objetos físicos, sino que también desarrollan historias y escenarios, mejorando su capacidad para la creatividad y el pensamiento abstracto.
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