La orientación espacial implica la habilidad de comprender y utilizar conceptos como arriba, abajo, adelante, atrás, izquierda, derecha, cerca, lejos, entre otros. Estas nociones espaciales nos permiten situarnos en relación con los objetos y las personas que nos rodean, así como entender cómo nos movemos en el espacio.

Las instrucciones con nociones espaciales son una estrategia efectiva para mejorar la orientación espacial. Estas instrucciones implican utilizar palabras y frases que describen la ubicación y la relación espacial de los objetos o lugares.

Al utilizar instrucciones con nociones espaciales, se fomenta la comprensión de las relaciones espaciales entre los objetos y las direcciones de movimiento. Esto ayuda a las personas a desarrollar una representación mental más clara del espacio que les rodea.

Trabajar con instrucciones que involucran nociones espaciales estimula la habilidad para resolver problemas espaciales. Esto implica la capacidad de visualizar mentalmente el espacio y las relaciones entre los objetos, lo cual es útil en una amplia variedad de situaciones, desde la organización de objetos hasta la planificación de rutas.