Los sentidos son la base de la percepción sensorial y son fundamentales para la interacción del ser humano con el mundo que lo rodea. En los primeros años de vida, los niños están en pleno proceso de descubrimiento del entorno, y es por ello que es importante que se les enseñe a conocer los sentidos y a desarrollarlos adecuadamente.

Los sentidos, que son cinco: el tacto, el gusto, el olfato, la vista y el oído, son la forma en que el cerebro recibe y procesa la información del entorno. En la etapa infantil, los sentidos juegan un papel crucial en el desarrollo cognitivo y emocional del niño.