El Día Mundial de la Salud Mental, celebrado cada 10 de octubre, nos recuerda la importancia de cuidar no solo nuestro cuerpo, sino también nuestra mente y nuestro bienestar emocional. Hablar de este tema en la escuela puede parecer complejo, especialmente con los más pequeños, pero existen maneras de abordarlo de forma accesible y significativa. A través de dinámicas lúdicas y reflexivas, los niños pueden aprender a reconocer, expresar y gestionar sus emociones.
Para ello, he preparado un cuadernito de actividades pensado para alumnos de primaria. Se trata de propuestas sencillas que permiten trabajar la salud mental desde una perspectiva positiva y práctica, promoviendo el autoconocimiento, la empatía y la expresión de sentimientos.
Hablar de salud mental no significa entrar en conceptos médicos difíciles de comprender, sino abrir espacios de diálogo y escucha en los que los niños puedan expresarse sin miedo. Con actividades amenas, se facilita que cada alumno encuentre su voz, aprenda a identificar lo que le ocurre y se sienta acompañado. Además, estas dinámicas no solo benefician a los estudiantes: también ayudan al profesorado a conocer mejor las necesidades emocionales del grupo.
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