El inicio del curso escolar es el momento perfecto para organizar el material y darle un toque personal. Una manera sencilla y divertida de hacerlo es utilizando portadas ilustradas para cuadernos, diseñadas en blanco y negro para que cada alumno pueda colorearlas y personalizarlas a su gusto. Esta propuesta no solo embellece el material escolar, sino que también lo convierte en un reflejo de la creatividad de cada estudiante.
Cada portada lleva un diseño relacionado con la materia ,como números, libros, experimentos, pinceles o mapas, que los alumnos pueden colorear libremente. Así, cada cuaderno adquiere identidad propia y resulta más fácil de reconocer y organizar.
Más allá de lo estético, esta dinámica tiene un valor pedagógico importante: al permitir que los alumnos decoren y personalicen sus portadas, se fomenta la implicación en el proceso de preparación del material escolar. Darle su toque personal a los cuadernos hace que se sientan más motivados a utilizarlos, refuerza el sentido de pertenencia y cuida la organización desde el primer día. Además, trabajar en la decoración favorece la concentración, la motricidad fina y la expresión artística.
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