Las vacaciones de verano son el momento perfecto para fomentar el hábito lector en los más pequeños. Con más tiempo libre y menos obligaciones escolares, los niños pueden descubrir el placer de leer sin presión, viajando con la imaginación desde la playa, la montaña o incluso desde casa. Por eso, te traemos una selección de libros infantiles recomendados para todas las edades, desde los primeros lectores hasta los adolescentes, con títulos que entretienen, emocionan y hacen volar la imaginación.

Tanto si eres docente y quieres sugerir lecturas a tus alumnos como si eres madre o padre buscando ideas frescas para este verano, estas recomendaciones pueden ayudarte a despertar el gusto por la lectura en cualquier etapa del desarrollo.

• De 0 a 3 años (prelectores)

Historias breves, repetitivas y con mucho estímulo visual y táctil.

• La pequeña oruga glotona – Eric Carle

• ¿A qué sabe la luna? – Michael Grejniec

• Colores (colección de Helen Oxenbury)

• El pollo Pepe – Nick Denchfield y Ant Parker

• ¡A dormir, monstruos! – Ed Vere

 

• De 4 a 6 años (primeros lectores)

  Cuentos sencillos con frases cortas, ritmo repetitivo y gran apoyo visual.

• Un libro – Hervé Tullet

• Yo mataré monstruos por ti – Santi Balmes

• Elmer – David McKee

• Allí, donde comienzan los sueños –  Julia Gutiérrez

• Las divertidas aventuras de las letras  – Varios autores

 

• De 7 a 9 años (lectores en proceso)

  Cuentos más largos, series ilustradas y primeros capítulos.

  • Los Futbolísimos – Roberto Santiago

  • Agus y los monstruos – Jaume Copons

  • Isadora Moon – Harriet Muncaster

  • Perrock Holmes – Isaac Palmiola 

  • Ana Kadabra – Pedro Mañas

 

• De 10 a 12 años (lectores autónomos)

  Novelas recientes con temáticas actuales, aventuras y valores:

  • El valle de los arcángeles – Rafael Ábalos (2024)

  • El Club de los valientes – María Menéndez Ponte

  • Wonder. La lección de August – R.J. Palacio

  • El diario de Greg – Jeff Kinney

  • Me llamo Goa – Miriam Tirado

  • La puerta de los tres cerrojos – Sonia Fernández-Vidal

Leer durante las vacaciones no solo es una forma maravillosa de entretenerse, sino también una herramienta clave para mantener activa la mente de los niños mientras descansan del entorno escolar. La lectura estimula la imaginación, enriquece el vocabulario, mejora la comprensión lectora y refuerza la concentración. Además, les permite explorar mundos nuevos, identificar emociones y desarrollar la empatía, todo a su propio ritmo y en un ambiente relajado. Fomentar este hábito en verano es una excelente manera de que el regreso a clase sea más fluido y enriquecedor.

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